En el fútbol colombiano, pocos temas generan tanto debate como los conflictos internos en los equipos. Esta vez, el protagonista es Deportivo Cali, tras las declaraciones del canterano Nicolás Profeta, que apuntan directamente al exentrenador Jaime de la Pava.
La denuncia de Nicolás Profeta
Nicolás Profeta, joven promesa surgida de la cantera azucarera y hoy en el Santos de Brasil, reveló en entrevista con Zona Libre de Humo que su salida del Cali no fue solo por falta de minutos, sino por un ambiente difícil de trabajo.
Según Profeta, la relación con Jaime de la Pava estuvo marcada por una constante «falta de comunicación». El jugador afirmó que esta situación afectaba a varios compañeros y que generó un clima tenso dentro del vestuario.
La respuesta de Jaime de la Pava
El entrenador no tardó en pronunciarse. En entrevista con El País de Cali, Jaime de la Pava refutó las acusaciones y rechazó cualquier señalamiento de maltrato. “La palabra ‘maltrato’ necesita ser especificada”, afirmó, sugiriendo que hubo una mala interpretación de sus métodos.
Con más de 36 años de experiencia en el fútbol, el técnico defendió su trayectoria, destacando su compromiso con los procesos formativos y el respeto hacia los jóvenes jugadores.
Un enfoque formativo, no autoritario
De la Pava reconoció que existieron dificultades de comunicación, pero aseguró que su estilo busca promover la reflexión y el crecimiento personal. “A veces no se trata solo de jugar, sino de aprender a ser profesional”, comentó.
En el caso de Profeta, señaló que su evolución fue producto de su propio mérito, y no de una falta de oportunidades.
Entorno complicado y mensajes intimidantes
El técnico también habló de su salida del club. Reveló haber recibido mensajes amenazantes, aunque decidió no darles mayor importancia. “Los problemas se enfrentan con honestidad y valentía”, dijo.
Además, criticó la falta de respaldo total de la directiva en momentos clave, aunque prefirió resaltar los apoyos que sí recibió durante su gestión.
Filtraciones y falta de confidencialidad
Uno de los puntos más delicados abordados por De la Pava fue la filtración constante de información interna del club. Lamentó que este tipo de prácticas debiliten la confianza y afecten los procesos.
“Esto no es nuevo”, aseguró, subrayando que se trata de un desafío constante para quienes intentan trabajar con seriedad en el fútbol colombiano.
un conflicto que deja lecciones
El caso de Jaime de la Pava y Nicolás Profeta deja en evidencia la complejidad de las relaciones dentro de un equipo profesional. Más allá de lo ocurrido, la situación invita a reflexionar sobre la importancia del diálogo, el liderazgo y la gestión adecuada de los jóvenes talentos.
Mientras Deportivo Cali continúa en su proceso de reconstrucción, la comunidad del fútbol sigue atenta a cómo evoluciona este episodio. Lo que está claro es que los clubes necesitan construir entornos más sanos, donde el respeto, la comunicación y la transparencia sean pilares fundamentales.
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